Hace 30 años que la conocida Crêperie Flor abrió sus puertas en el chaflán donde se unen las calles Temple y Torrenueva. Sostenida de generación en generación por la familia Rebollo, abrió en 1981 de la mano del artista Pepe Rebollo y desde hace diez años es Jaime Rebollo, su sobrino, quien dirige este restaurante con sabor parisino en pleno corazón de Zaragoza.
Vinculado desde sus orígenes al gusto por las artes, este acogedor local, en cuya decoración destacan numerosas obras de Jorge Gay, ha sido siempre un emblemático punto de encuentro para artistas y personas del mundo de la cultura. Con amigos en todo el mundo, desde Francia hasta Cuba, la Crêperie Flor recibe durante estos días felicitaciones y muestras de cariño en todos los acentos, como esta dedicatoria del actor cubano Agustín Montano: “…En 1981, un grupo de jóvenes altruistas, enamorados de la vida, de su ciudad y de las artes, abrieron por primera vez las puertas de un pequeño restaurante, que sin aumentar su espacio se ha hecho grande con el tiempo. El plato principal es el glamour y la fina intención de hacernos disfrutar de algo nuevo, distinto, atrevido y sensual para el goce del paladar”.
Esta tarde, la Crêperie Flor (C/ Temple,1) brindará en familia, con clientes y amigos por tres décadas y muchas más de gastronomía, arte y amistad.
Félicitations y À votre Santé!