celebra el Día Internacional del Voluntariado y la Federación Aragonesa
de Solidaridad (FAS) quiere poner el acento en la importancia del
voluntariado en las organizaciones que trabajan por la justicia social
y los Derechos Humanos y en cómo ha ido cambiando el perfil y el papel
del voluntariado a lo largo de los años.
Cuando nacieron las ONG, todas las personas eran voluntarias y casi no existía la profesionalización. El voluntariado era espontáneo, motivado por el corazón y por la rabia que producen las injusticias. Se defendían causas como el 0,7 con intensidad, pero sin tener claro que había que hacer para conseguirlo.
Hemos escuchado cómo el proceso de profesionalización de las organizaciones ha podido provocar un acercamiento a las lógicas mercantiles y el distanciamiento de la persona voluntaria, por la pérdida de sentido de su implicación en la organización, más allá de su compromiso con la tarea. La FAS destaca que voluntario y profesional no son dos figuras excluyentes, sino que ambas son importantes, necesarias y complementarias. Muchas personas que trabajan en las ONG de Cooperación al Desarrollo se sienten orgullosas de desarrollar su labor en algo en lo que creen y poder dedicar su esfuerzo laboral diario a hacer del mundo un lugar mejor. Tanto voluntarios/as, como profesionales de las ONGD trabajan desde el convencimiento de que es necesario luchar por los derechos humanos y la justicia y cada persona elige cómo.
Desde que surgió el 15M se abrió el debate de quiénes eran los catalizadores de los cambios hoy en día; las organizaciones que se han profesionalizado han conseguido alcanzar buenos niveles de gestión tal y como se les exigía, pero en el camino, la mayoría ha perdido su esencia, la capacidad de influir en políticas públicas y un déficit de movilización ciudadana. «Hay demasiadas campañas para un número relativamente pequeño de militantes”. Tras el 15M, la FAS reconoce que aprendió del error, que se habían metido en un círculo de burocracias que les llevó a perder su esencia: la ilusión, la capacidad movilizadora y la creencia de que las personas tienen el poder. Ahí es donde el voluntariado ha tenido un papel fundamental ya que, gracias a él y a los movimientos sociales se ha recuperado la frescura de la calle y el posicionamiento político de las ONGD.
La campaña «Junt@s evolucionamos» que la FAS está desarrollando a lo largo de este año refleja esa evolución a lo largo de la historia y muestra como sus organizaciones han llegado hasta aquí gracias a la experiencia y a la aportación de todas y todos, que les han hecho crecer, reinventarse y cooperar entre ellas.
«A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara esa gota». Madre Teresa de Calcuta
Más información sobre voluntariado en Cooperación al Desarrollo
Más información sobre cómo formarse en Cooperación al Desarrollo