Éxito de participación en la jornada festiva organizada por la Asociación de Ceramistas de Muel para poner en valor el trabajo de los artesanos y la dedicación que requiere cada pieza.
Inaugurada una exposición de homenaje al ceramista Amado Lara, con azulejos dedicados a su recuerdo por artistas de toda España.
Búhos, tortugas, cántaros y cabezas gigantes de seres extraños… Más de 150 piezas de barro modeladas por los visitantes bajo la supervisión de expertos alfareros han pasado por el horno en tan sólo las primeras horas de la Fiesta de la Cerámica que se celebra hoy en Muel, organizada por la Asociación de Ceramistas de la localidad y patrocinada por su ayuntamiento. Una fiesta que ya es tradición y que cada año, el primer fin de semana de julio, pone en valor el trabajo de los artesanos, la dedicación que requiere cada pieza y el placer de adquirir las obras únicas creadas por los ceramistas de Muel.
Cientos de personas se han acercado hoy a disfrutar de esta fiesta en el precioso parque de Muel, marco incomparable para reivindicar la importancia de esta localidad como centro alfarero, reconocido y único por su cerámica de tonos azules realizada de forma artesanal y que parte de la tradición mudéjar.
Grandes y pequeños han podido experimentar esmaltando colgantes de lunas, estrellas y rectángulos que se han cocido con la técnica del Micro-rakú, llamativo por el uso del fuego directo con sopletes. Ángeles y Berta aconsejaban en este taller sobre el uso de los colores para conseguir efectos más mates o más brillantes, ya que los tonos cambian al ser sometidos al fuego.
Juan, de La Huerva, estaba al frente del taller de cabezas gigantes rodeado de pequeños creadores que han disfrutado creando seres imaginarios a los que no han faltado crestas, ojos saltones y dientes desiguales. Cabezas que se han ido modelando rodeando sacos de arena a modo de moldes y que después se vaciarán para dejarlas huecas y pasar por el horno, eso sí tras unas semanas al sol. El resultado quedará de recuerdo en el parque de Muel, como nuevos y misteriosos habitantes de sus senderos, al pie de su presa romana y sus enérgicas cascadas del río Huerva.
Otro de los talleres que captaba miradas expectantes era el de los tornos, donde las pellas de barro, una vez centradas por manos expertas, giraban abriendo un mundo de posibilidades. Javi, del taller Hermanos Rubio, guiaba a Pilar y otros pequeños artistas, para que relajaran las manos y fueran dando forma con delicadeza a pequeños cuencos.
En otro taller de modelado practicaban los hermanos Carlos y Sara, creando moldes de tortugas y búhos, junto a alguna que otra figura de inspiración libre. En total, más de 300 visitantes por la mañana, y otros tantas se esperan por la tarde. Sin duda, un éxito de jornada y un público más que satisfecho por el arte y la calidad de la programación organizada por la Asociación de Ceramistas del Muel.
“Estamos muy contentos, porque cada año se acerca más gente y nos encanta como disfrutan experimentando con el barro y descubriendo cómo trabajamos y lo bonito que es el oficio de alfarero”, dice a modo de balance Cristina Calvo, la presidenta de la Asociación de Ceramistas de Muel. Una asociación muy activa y comprometida con su oficio y que también ha rendido hoy un emotivo homenaje al ceramista zaragozano Amado Lara, fallecido el pasado año, con gran vinculación con Muel ya que vivió y tuvo su taller en esta localidad durante varios años. Para ello han inaugurado hoy una Exposición en su recuerdo, en la Sala de exposiciones “La Central” del parque de Muel, con una representativa selección de su obra, y una composición de azulejos realizados como tributo al artista por artistas de toda España.
Tras una comida popular y un café concierto, la jornada continuará hasta la noche con una propuesta que siempre tiene éxito: pisar barro. Además continuarán las cocciones de Rakú, donde el fuego cobrará protagonismo.
Piezas únicas y emblemáticas de recuerdo
Como en cada Fiesta de la Cerámica, la Asociación de Ceramistas de Muel (www.ceramicademuel.es) hace para cada celebración una serie limitada de piezas emblemáticas de cerámica tradicional de Muel. Cada pieza es única, y está acuñada, fechada y seriada. Coleccionistas y visitantes ya pueden adquirirla desde hoy en los distintos talleres de Muel.