Experta en música desde edades tempranas, la musicoterapeuta abrirá en octubre un centro de actividades para bebés, familias, y clases de música para todas las edades y adaptadas a niños y adultos con discapacidad
El método de Betovi cuenta ya con muchos seguidores y este domingo, 24 de junio, a las 11:30 horas, en el Centro Cívico La Jota, celebrará el concierto final de curso de los alumnos de viola y violín.
Musicoterapeuta, técnico superior en educación infantil, graduada superior en música (viola) y especializada en métodos de enseñanza musical desde edades tempranas, la violista Julia Lorenzo, con amplia experiencia en voluntariado con diversos proyectos solidarios, impulsó hace dos años la Asociación Betovi para romper barreras y hacer accesible el aprendizaje de la música a todas las personas. “Si una persona no puede aprender de la manera que se le enseña, es mejor enseñarle de la manera en la que pueda aprender”, frase de Marion Welchmann, es el concepto con el que Betovi trabaja desde sus inicios y todas las actividades que ofrece, desde la música para bebés, música y movimiento a partir de los 3 años, Music Mind Games, a partir de los 6 años, hasta las clases de violín y viola están adaptadas para que los niños y adultos con discapacidad intelectual y autismo puedan participar en cualquiera de ellas.
Hoy, la “familia” Betovi es ya muy numerosa, por lo que Julia Lorenzo ha emprendido un nuevo proyecto que supondrá la apertura de una sede propia para este modelo innovador e inclusivo. El Espacio Betovi abrirá sus puertas el próximo mes de octubre en Zaragoza (Arzobispo Apaolaza, esquina con Manuel Serrano Sanz).
Un espacio inclusivo a través de la música
El enfoque social del proyecto forma parte del “ADN” de Julia Lorenzo, que cuenta con una amplia trayectoria junto a proyectos como Musethica, de la que es coordinadora en España, da clases de violín para personas con discapacidad intelectual y autismo en Fundación CEDES, y hace sesiones de música para los bebés ingresados en el Hospital Infantil Miguel Servet. Por ello, desde sus inicios, todas sus actividades de Betovi están adaptadas para personas con discapacidad.
Desde la primera etapa de acercamiento a la música en Betovi, las sesiones de música para bebés de 2 meses a 3 años, acompañados de sus padres, son aptas para bebés sin y con alguna discapacidad. Julia Lorenzo explica que “igual que no esperamos a que un bebé pronuncie sus primeras palabras para hablarle, podemos acercarle la música desde los primeros meses de vida”. Estas sesiones envuelven a los bebés en un ambiente sonoro donde se sientan a gusto y motivados. Inmersos en las canciones, el baile, los juegos con el ritmo y la voz, el contacto corporal y el movimiento, se ayuda a los pequeños y pequeñas a encontrar un espacio musical donde despertar su curiosidad y su deseo de sonar. Respetando el ritmo de aprendizaje de cada uno, la música ayuda al desarrollo personal y musical.
Otra de las actividades de Betovi, también muy valoradas por las familias ya participantes, son las sesiones de música y movimiento, que están distribuidas dependiendo de la edad, desde los 3 años acompañados de un adulto, a los 4 y 5 años, sin adulto. Se adaptan a las circunstancias de cada niña y niño pudiendo haber edades mezcladas para lograr llegar a cada uno como lo necesita. Actividades de movimiento, audición, expresión corporal, percusión… basadas en diferentes métodos de educación musical como Dalcroze, Gordon, Music Mind Games, Orff… se complementan en estas sesiones en las que la música es la herramienta de juego.
El nuevo Espacio Betovi permitirá ampliar las plazas, muy demandadas, para niños a partir de seis años, denominadas Music Mind Games, en las que se introduce a los niños en la parte más teórica de la música, a través de materiales atractivos, juegos muy divertidos y variados adaptados a la situación y capacidades de cada uno. Este método se combina con diferentes actividades musicales de expresión corporal, composiciones con instrumentos de pequeña percusión…
La oferta de actividades de Betovi, se completa con las clases de instrumento que ofrece de violín y viola. Se imparten desde los 3 años, basadas en el Método Colourstrings (asocia colores a las cuatro cuerdas del Violín) y el método Suzuki, para brindar una experiencia agradable y estimulante, y adaptando las clases a la etapa evolutiva y situación personal de cada niño. Además de aprender a tocar adquieren hábitos muy importantes para el día a día como establecer una rutina, saber controlar la frustración cuando algo no sale y requiere esfuerzo, la paciencia…
Todas estas clases están adaptadas para personas con discapacidad intelectual y autismo, quienes desde niños hasta adultos, salen de la primera sesión habiendo interpretado una obra musical a través de partituras adaptadas con colores y números.
Aunque no será hasta octubre cuando el espacio Betovi ubicado en Arzobispo Apaolaza esquina con Manuel Serrano abra sus puertas, ya está abierto el plazo de matrícula para el próximo curso en cualquiera de las especialidades que allí se impartirán. Las inscripciones pueden realizarse a través de la dirección de correo electrónico: espacio@betovi.es o en el teléfono 680343875
Además, este domingo 24, el concierto final de curso de los alumnos de violín y viola de Betovi será también una buena oportunidad para los padres interesados en saber más sobre el modelo innovador e inclusivo impulsado por Julia Lorenzo. Tendrá lugar a las 11.30 horas en el Centro Cívico la Jota.