25 mujeres protagonizan la muestra “Mujeres del Sur. Visibilizando para transformar”, que esta mañana se ha instalado en la Plaza España para romper estereotipos y crear una ciudadanía más inclusiva
La exposición y talleres de concienciación llegará a partir del lunes a los Centros Cívicos del Ayuntamiento de Zaragoza, y urgirá la firma pendiente por parte de España del convenio 189 impulsado por la OIT
La exposición y campaña “Mujeres del Sur. Visibilizando para transformar” de la ONG Familias Unidas se ha convertido hoy en la Plaza de España de Zaragoza en un gran altavoz de “la explotación invisible” que se da en las condiciones laborales del trabajo del hogar y cuidados. Frente a estos abusos, la imagen de 24 mujeres luchadoras, profesionales y empoderadas ha dejado fuera de toda duda la dignidad, capacitación e igualdad de oportunidades y derechos que merecen y les corresponden. Sus testimonios, sus experiencias, su propio punto de vista sobre cómo se ven y cómo perciben el entorno social en el que conviven, han tomado hoy la calle para romper estereotipos y fomentar una conciencia ciudadana inclusiva.
Como ha dicho Pilar Serrano, trabajadora social de Familias Unidas y coordinadora de este proyecto “hoy hemos demostrado que hay que decir muchas veces lo que se hace mal, para conseguir que se hagan bien las cosas”. En concreto, hoy se ha puesto el foco en la mejora de los derechos laborales de las empleadas del hogar y cuidados y la urgencia de que España firme el convenio 189 suscrito por más de 30 estados, y que la Organización Internacional del Trabajo promovió hace ya diez años precisamente para avanzar en derechos básicos de cualquier trabajador, como, por ejemplo, la prestación por desempleo.
Precisamente en este acto de calle, dos actrices han sorprendido a los viandantes con unas ofertas de trabajo que a nadie le parecían aceptables: trabajo de interna, sin descanso semanal, sin vacaciones, sin contrato y con salario precario. Pero la realidad es que estas ofertas no son fruto de una exageración teatral, son las condiciones reales que muchas mujeres migrantes se encuentran día a día a la hora de intentar acceder a un empleo.
Con nombre propio
Amina, Dinora, Iris, Irma, Jennifer, Mariela, Karen, Reyes, Sayda, Sofía, Luz, Pilar, Susan, Lorena, Neira o Rocío ponen voz y rostro en la exposición “Mujeres del sur” a diversas experiencias, unas mejores y otras peores, pero todas con la firme determinación de seguir adelante, y con la lección ya aprendida, de que sus derechos importan y tienen que hacerse valer.
Karen Patricia, por ejemplo, nicaragüense tuvo que dejar su país por la situación sociopolítica. Estudiaba Ingeniería Agropecuaria, y ahora en España es cuidadora. Su experiencia comenzó muy mal, y destaca la acogida que fue para ella contar con el apoyo de la Asociación de trabajadoras del hogar, porque ahora tengo conocimiento que antes no tenía sobre mis derechos y siento que de alguna manera puedo transmitir a otras mujeres lo que ahora sé y que juntas podemos luchar por ellos”.
Hoy en Zaragoza, con sus testimonios, y con la visibilización de situaciones inaceptables, han vuelto a avanzar en el objetivo de romper estereotipos, reivindicar su igualdad de derechos y concienciar sobre el importante avance que supondrá que España suscriba el convenio 189, un marco laboral mejorado aprobado ya por muchos países. En España, el Consejo de Ministros ha remitido el Convenio a las Cortes para su ratificación, después de que una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, calificara la normativa española en materia de Seguridad Social como discriminatoria al privar a las trabajadoras del hogar de recibir la prestación por desempleo, entre otras cosas.
Si definitivamente la firma por parte de España se produce este año, la ratificación del convenio supondrá un gran paso hacia la integración y la mejora de los derechos de las mujeres migrantes, ya que, en Aragón, de las más 18.000 personas que trabajan en el hogar y los cuidados y están dadas de alta en la seguridad social, el 69% son de distinta nacionalidad a la española (según la EPA).
Familias Unidas tiene una larga trayectoria de cooperación con los países del Sur en proyectos de atención a la infancia, mujeres y jóvenes, así como acciones de Educación para el Desarrollo y Acción Social en España. Uno de sus objetivos es dar apoyo, mejorar y visibilizar la situación de las mujeres que han inmigrado por motivos económicos, y que en su mayor parte son procedentes de Latinoamérica, e integrantes de la Asociación de Trabajadoras del Hogar y Cuidados de Zaragoza.
La realidad de las trabajadoras del hogar y cuidados en España
Los flyers informativos editados por Familias Unidas para esta acción explican cómo en España las trabajadoras del hogar no tienen derecho a percibir prestación o subsidio por desempleo, y que tampoco pueden acudir al Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) en el caso de que la persona empleadora se declare insolvente. Carecen de negociación colectiva por la falta de convenios laborales. Se trata del único sector que carece de los mismos y en el que las negociaciones todavía se realizan de una forma individualizada y, en muchas ocasiones, por debajo de lo que marca la ley.
No se les aplica la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, y aunque existe una ley que establece los descansos obligatorios, (un descanso mínimo de 12 horas entre jornadas y un descanso semanal de 36 horas), esto no suele cumplirse (mucho menos en el caso de las trabajadoras en régimen interno).
El proyecto “Mujeres del Sur” impulsado por Familias Unida, con el respaldo del Servicio de Cooperación al Desarrollo del Ayuntamiento de Zaragoza y la colaboración de la Asociación de Trabajadoras del Hogar y Cuidados de Zaragoza, visibiliza cómo estas situaciones de abuso, entre otras muchas, cambiarían si España firmase y cumpliese el Convenio 189 promovido por la Organización Internacional del Trabajo.