El ciclo Teatréate culmina con una mesa redonda que plantea el futuro de los equipamientos de proximidad como motores culturales clave en Zaragoza.

Durante el diálogo se hizo un recorrido por la historia de estos equipamientos, desde sus inicios como espacios de participación ciudadana en los años 80 hasta su consolidación como infraestructuras culturales clave. Josefina Barba destacó que «los Centros Cívicos nacieron del movimiento vecinal y han evolucionado hacia lugares de creación y encuentro, sin perder su esencia comunitaria».


Los participantes coincidieron en el valor de los Centros Cívicos como espacios de proximidad que permiten una relación más cercana con los públicos. Para compañías como Caleidoscopio Teatro, su experiencia en estos espacios ha sido “capital”, como señaló Roberto Barra, no solo para mostrar su trabajo, sino también como residencias creativas o entornos pedagógicos.
En el encuentro se puso en valor el Premio al ‘Apoyo a la Defensa de la Cultura’ otorgado a Centros Cívicos por ARES, la Asociación de Empresas Profesionales Productoras de Artes Escénicas de Aragón. Y precisamente desde la gestión, Mª Mar Delgado subrayó la necesidad de fortalecer la programación desde una mirada estratégica, que incluya la formación, la producción, la mediación con nuevos públicos y la visibilidad de los propios centros: “Tenemos 22 centros con programación regular, pero el gran reto sigue siendo comunicar su potencial a la ciudadanía”.
Entre las propuestas de futuro, Cristina Yáñez rompió una lanza por crear una red de residencias escénicas entre Centros Cívicos, Pascual Navarro propuso circuitos conjuntos para giras locales, Alberto Castrillo-Ferrer abogó una mayor inversión en equipamiento técnico y recursos humanos, y Azucena Gimeno puso el foco en apostar por programas pedagógicos dirigidos a la infancia y adolescencia.
También se planteó la necesidad de recuperar el término «cultural» para reforzar el valor simbólico y social de estos espacios, así como promover la participación de jóvenes creadores y la conexión con el entorno educativo. Y por supuesto, fue una reivindicación transversal la necesidad de una mayor dotación presupuestaria y una planificación estratégica sostenida en el tiempo.
Como cierre de las conclusiones, a cargo de la periodista Mercedes Ventura de Ideas a Mares, se subrayó una idea compartida por todos los intervinientes: convertir esta mesa redonda en una mesa de trabajo estable, en la que profesionales del sector, técnicos y responsables institucionales colaboren para diseñar estrategias a medio y largo plazo que refuercen el papel de los Centros Cívicos como motores creativos de ciudad.


Un acto envuelto en la magia de los 40 años de trayectoria de Caleidoscopio Teatro
Las espectaculares creaciones de Caleidoscopio teatro envolvieron e inspiraron de principio a fin un evento que reivindicó la calidad y dignificación de las artes escénicas y que reunió a grandes talentos artísticos tanto en la mesa de debate como en el público, con destacadas presencias del mundo del teatro. La apertura del acto ya fue mágica, con la puesta en escena de dos de las características intervenciones de gran formato de Caleidoscopio teatro, tan visuales como poéticas. El repaso a sus 40 años de trayectoria fue correspondido con grandes aplausos y emotivas felicitaciones.
Reconocida nacional e internacionalmente, la compañía nació como un lugar de encuentro entre las distintas artes: escénicas, plásticas y la música, y combina en sus espectáculos teatro gestual, de objetos, máscaras, cabezudos, gigantes… Su propuesta sigue siendo única en el panorama actual. Sus fundadores, Azucena Gimeno y Roberto Barra, iniciaron su trayectoria en los movimientos de teatro independiente de Zaragoza en los años 70 y 80. Ambos se formaron en mimo y comedia del arte en la Oval House de Londres y más tarde en la prestigiosa École Jacques Lecoq de París, lo que marcó profundamente su lenguaje escénico.
Desde 1984, con Caleidoscopio Teatro, han desarrollado una propuesta artística singular con un fuerte componente artesanal y poético. Su trabajo abarca espectáculos, performances, intervenciones en el espacio público, exposiciones y proyectos pedagógicos. A lo largo de cuatro décadas han llevado su visión teatral a múltiples públicos, consolidando una estética reconocible y profundamente conectada con la infancia, la imaginación y la fiesta.
La historia de Caleidoscopio y de sus creadores, Roberto Barra y Azucena Gimeno, con el apoyo de un valioso y querido elenco de artistas incondicionales, es pieza fundamental en el panorama teatral en Zaragoza y Aragón y hoy siguen en los circuitos nacionales e internacionales de teatro. Entre los galardones obtenidos por Caleidoscopio Teatro destacan reconocimiento como el Premio ¡Hola! otorgado por la Hispanic Organization Of Latin Actors of New York, los Premios Isabel de Portugal de la DPZ o el Premio Pelegrín de Plata.
