Una avanzadilla artística promocionará con zancos, malabares y percusión la nueva edición de la Carrera del Gancho, que este año se celebrará el fin de semana del 18 y 19 de septiembre bajo el lema “Un jardín para inspirARTE”, que tendrá por escenario las calles de San Pablo y alrededores. Por eso, distintos grupos de artistas del Gancho se irán de “gira” por los barrios de la ciudad para repartir invitaciones y hojas de telas de colores para que zaragozanos y visitantes no se pierdan en septiembre la Carrera del Gancho. La embajada artística, vestidos todos de riguroso traje-jardín, llegará mañana, a partir de las 20:00 horas, a las fiestas de Santa Isabel, y el domingo a partir de las 12:00 horas, estará a la entrada del Parque Grande de la ciudad. Los “jardineros del Gancho” rondarán también a lo largo de la semana que viene por otros barrios y la zona centro de la ciudad.
Así, empieza la cuenta atrás para la celebración de este original programa que plantará en el mismo corazón de la ciudad un fresco, imaginativo y sorprendente jardín regado con mucho arte. Una intervención artística en la Avenida César Augusto con la calle San Pablo será la puerta de entrada y las calles y las casas del Gancho serán un gran escenario, con balcones engalanados, con solares convertidos en jardines imaginarios, jardín comestible, de libros y urbanos, con bici-jardines, performances y teatro de calle salpicando cada rincón. Los días 18 y 19 de septiembre, la plaza de San Pablo y sus alrededores, serán un jardín lleno de rincones creativos: arte urbano, circo, rap, teatro de calle, danza y músicas del mundo, talleres y maquillaje infantiles, cuentacuentos, concierto de músicas enganchadas… La imaginación de los espectadores también será bien recibida, porque se invita a asistir disfrazados, o a llevar flores o macetas, todo sumará en el árbol de los deseos del Gancho.
La Carrera del Gancho, impulsada por la Fundación Federico Ozanam con el apoyo del Ayuntamiento de Zaragoza, reúne una media de participación de más de 500 personas bajo la dirección artística de Teatro Pingaliraina, y cuenta con la colaboración de numerosos artistas y voluntarios, y el apoyo del departamento de Acción Social del Ayuntamiento, la Junta de Distrito de Casco Histórico y la Oficina del PICH.
