Las ONGD de la Federación Aragonesa de Solidaridad (FAS) apoyan proyectos contra la deforestación de la Amazonía o por la propiedad de la tierra para mujeres campesinas.

La cooperación aragonesa promueve la recuperación de los recursos naturales degradados, básicos para el desarrollo social y económico de los pueblos.

La Amazonía, que representa un 15% de la descarga mundial de agua dulce fluvial, actúa como un regulador del sistema climático terrestre. Nicole Bernex, del Instituto de Investigación y Desarrollo de Francia, sostiene que si la pérdida de los bosques amazónicos llega a superar el 30%, frente al 20% actual, se reducirá la liberación de vapor de agua en la atmósfera, con graves consecuencias para el ciclo hidrológico global.

«Amazonía en Pie» es una iniciativa de diversas organizaciones (ASA, Cáritas, Comité de Solidaridad Internacionalista, Huauquipura, medicusmundi Aragón) grupos y personas interesadas en las cuestiones que afectan la vida de la Amazonía y de los pueblos que en ella viven. Quieren la Amazonía en pie, con su floresta preservada y sus recursos naturales protegidos, con un uso razonable y sustentable de ellos, a la luz de lo que los propios pueblos que allí moran proponen.

La cooperación no solo “hace” proyectos, también informa, incide y apoya a los movimientos sociales de otros países, como por ejemplo a los afectados por la construcción del embalse de Belo Monte en Brasil, apoyados por el Comité de Solidaridad Internacionalista.

Desde la FAS, la cooperación aragonesa defiende los derechos de los pueblos indígenas sobre la gestión sostenible de su territorio y el reconocimiento de sus valores y prácticas tradicionales.

El acceso a la tierra es uno de los problemas más graves que enfrentan las mujeres rurales en el mundo. Actualmente se calcula que existen 1.6 billones de mujeres campesinas (más de la cuarta parte de la población mundial), pero sólo el 2% de la tierra es propiedad de ellas y reciben únicamente el 1% de todo el crédito para la agricultura. En los países de América Latina y el Caribe, las mujeres rurales también deben enfrentar cotidianamente situaciones de discriminación y condiciones de pobreza que deben superar para lograr su manutención y la de su grupo familiar.

La soberanía alimentaria, promovida y defendida por CERAI y VSF, se concibe como una propuesta de futuro, sustentada en principios de humanidad, como son la autonomía y la autodeterminación de los pueblos y de las personas. Un ejemplo de lucha contra las transnacionales que tienen en sus manos la alimentación global y están destruyendo la soberanía alimentaria en África es la campaña «Paren. Aquí vive gente» de VSF.

La cooperación aragonesa visibiliza la relación entre Medio Ambiente y Pobreza.

Aunque pueda parecer que la economía no guarda relación con el Medio Ambiente, la FAS asegura que el sistema económico actual está destruyendo el mundo mucho más rápido de lo que crees. La economía mundial pone todo el énfasis en la productividad y en los beneficios sin que, en la mayoría de los casos, se promueva un uso racional y sostenible de los recursos del planeta.

Explotar los recursos libremente, sin ningún tipo de control, es insostenible: la tierra no puede seguir el ritmo que marca la economía. Si queremos acabar con la degradación de los suelos, de los ríos y de los ecosistemas, debemos luchar por un uso racional de los recursos.

Oxfam Intermón trabaja en sensibilizar a la ciudadanía y a las empresas para proteger el entorno y así alcanzar la sostenibilidad económica. Un ejemplo de lucha contra el cambio climático es su campaña «CRECE».

ECODES, mediante la campaña “El cambio climático nos hace pobres. Es tiempo de actuar”, busca llamar la atención de la ciudadanía, las organizaciones de la sociedad civil, las empresas y las administraciones públicas sobre la inequívoca vinculación entre el calentamiento del planeta y el empobrecimiento progresivo de sus habitantes, una cuestión que requiere la movilización de todos.

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